7/3/20
7 DE MARZO
Apareció para marcar mi vida de la mejor manera y no tengo dudas de que aprendí y crecí mucho a parte de toda esa situación.
Entendí que la mejor forma de ayudar y ayudarse es hablando, ya que todo el mundo está peleando una batalla de la que no tenemos idea.
Aprendí a darle espacio y tiempo al dolor: lloré 4 días seguidos (el resto fue angustia aguda en mi pecho jaja) y un día deje de llorar y empecé a hablar. Aprendí a sacarme a mí misma del pozo, y aún sigo laburando en ser más benevolente conmigo misma. Reconocí que tengo una gran capacidad de amar y amarme
Pero sobre todo, aprendí de El, que todas las personas traen una historia consigo que tenemos que abrazar y tolerar... independientemente de todas esas cosas que nos gustan del otro.
Más allá de lo que depare el futuro y si bien hoy estamos a miles de kilómetros, creo que ya se cual puede ser nuestro final.
Nos pudimos ver por quienes realmente éramos, tuvimos el coraje de jugárnosla por amor, aunque nos estaba corriendo el tiempo.
Yo siento que en algún lugar lo voy a estar esperando siempre, pero hasta entonces seguiré fiel en mi camino de autodescubrimiento.
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