He decidido estar sola por un tiempo. Y con sola, no me refiero a aislarme de las personas, sino a aislarme del amor de pareja, y las mariposas en el estómago, para concertarme en mí y crecer como persona.
He decidido dedicar más tiempo a lo que me apasiona, a mis amigos y familia. Leer más, escribir más, bailar más, cantar más, sonreír más, ser feliz por mi misma.
Procurar verme bonita para mí, arreglarme para mí, y enamorarme de mi misma.
He decidido depurarme de lo que, y quienes me hacen daño: malos hábitos, malas actitudes, malos pensamientos y personas nocivas. He decidido dar la misma cantidad de cariño y atención que me dan. No por orgullo y mucho menos por vanidad, sino por amor propio, debo aprender a identificar cuando doy de más de la cuenta y a cambio obtengo nada.
He decidido estar sola porque no hay nadie en este mundo que pueda hacerme más feliz que yo misma. Porque el verdadero amor comienza cuando yo me quiero, y sólo entonces puedo amar verdaderamente a alguien más.