recuerda que ese beso es mío.
Recuerda que un día quise pintarte el cielo aún más azul
y regalarte toda la vida de la tierra.
Aunque no pude escalar las nubes aquí abajo supe cuidar nuestro suelo.
Planté las semillas de un deseo
y crecí con ella cada vez que sonreíste.
Recuerda que encontré en tus ojos la razón para hacerlo
y que ésta compañía fue su latido
que susurrara hoy aquella historia.
Recuerda que ahora soy yo esa tierra,
que sigo cuidando de tus uvas
y del dulzor que debieran dejar siempre en tus labios,
que lloro cuando te extraño para que llueva y todo brote
porque la vida ha de seguir sin mi, pero tu no.
Yo estoy contigo,
por eso vuelvo a esos recuerdos,
y me notas abrazándome en tu cama cada noche
y sueñas y dudas.
Pero es cierto amor,
lo que sospechabas, lo que ya sabias.
Soy yo,
a tu lado siempre siempre vuelvo.