26/1/20


Vengo de una familia numerosa, por lado materno y paterno; miles de tíos y primos y ahora mis primos tienen sus familias. Les tocó a todos menos a mí, porque mi vida fue por otro lado, siempre digo. Tuve otras elecciones, nunca fui de "enamorarme" del primer hombre que se me cruzaba, solo por miedo a estar sola. Al contarario, siempre le temí más a la soledad que te genera estar con alguien a que no amás en serio. Mi parámetro, y disculpen la cursilería, era mi corazón: si no latía más fuerte ante un hombre, es que no era el indicado. Tuve varios intentos hasta que un día apareció. 
Apareció de una forma casual y normal, pero también intensa y fugaz. Yo recientemente me bajaba de mi primer vuelo que me había traído a un país totalmente extraño, extraño porque no estaba mi gente, pero eso lo vamos a dejar para otro día. 
Recuerdo que esa noche, estábamos en una especie de pecera a la que muchos llaman cocina y apareció el... un morocho lindo, tan petiso pero grande a la vez, vestido con su uniforme de trabajo, entro por la puerta y entre tanto tumulto de gente se sentó al lado mio. 
Recuerdo que fueron tan solo unas palabras, intercambiamos nuestros números de teléfonos, ('La Loca Marian"), se levanto y se fue.  
Pasaron los días y semanas, tratando de encontrarlo entre las calles, tiendas o bares, en sonrisas por mensajes, hasta que una aplicación nos termino de unir nuevamente. Y un día nos atrevimos a esa ansiada primera cita.
Esa primera salida, ese detrás de escena, solo los que viven conmigo recuerdan como me sentía. Esa noche fue hermosa y nerviosa desde el minuto 1, tan lindo es, su sonrisa me hacia y me hace temblar todo el cuerpo. Fue la primera vez que un vaso de cerveza se ponía caliente por el tiempo que deje sin tomarla. No quería mostrarle de entrada que estaba al frente de una cordobesa borracha... entre mucha mucha charla, me iba dando cuenta que efectivamente, el me encantaba, llego el primer beso y con eso llego el segundo y con eso llego otro y fueron los cuatro segundos mas largos los que pasaron nuestras bocas unidas... y por fin esta historia comenzó a brillar. Fue su rose, fue su aroma, quien despertó mis hormonas, lo que me obligo a cerrar la mente y respirar... sentir y vivir los días mas intensamente y disfrutar cada día como si fuera el ultimo, me ha echo sentir mas amada, querida y deseada. Entregarme por completo, con lo bueno y con lo malo, darle una chance al "amor". 
Me fue dando el amor mas puro, mas sincero y mas fugas días tras días y como diría Rozalen "... no es su signo positivo, el que invierte en conflictivo las cosas del querer, eres tu el que me revuelve, eres tu el que me enamora, eres tu el que me convierte en la mejor persona. Y si tengo que gritarte lo que siento, te digo que te quiero con tu suerte, con tu mierda, tu pasado con presente, con o sin enfermedad" 
Son sus ojos, los que me llevan a mi cama, cada noche y cada día al despertar. Es su sexo, el que se adentra protegido, entre los huecos mas oscuros de mi intimidad. Es su risa, esa que invade de felicidad mis días. El es  un perfecto desconocido, que lo he conocido, y lo volveré a conocer. Fuiste el de ayer, al de aquí, y al de después. Perfecto desconocido te elegí y te eligire. 
Seras mi familia, mi escogido, mi semilla y mi raíz. Perfecto Checho, mi checho, mi chacho, mi chancho, desconocemos cada segundo que lo sigue a este después, nos queda romper algunas reglas y resolver. 
Hoy te quiero y prometo renovar mi querer. Te quiero. Te quiero. Te quiero mucho. mucho. mucho. Claro que lo hago y lo haré.
Lo siente la de ayer, la de hoy y la de después. 
De prisa, que ya se acaba este instante, se esfuma y ya no te conoceré. 
Uy. Ya se fue.
Supongo que me toca volver a presentarme.
Hola, perfecto desconocido, empecemos de cero.
Acaso, es normal sentir que  te quiero y que siempre lo haré?



Ph: Mi fotógrafo preferido.