31/3/22

El viaje comienza mucho antes de 
subirnos al avión

El viaje comienza en ese momento en 
que 
 
nuestro deseo por irnos se hace
presente en nuestra cabeza y ocupada 
la mayor parte de 

nuestros pensamientos.

El viaje comienza cuando sonreímos a
escondidas proyectándonos en 
lugares que aun no conocemos 
físicamente pero que por alguna razón 
ya amamos.

Y así nos levantamos cada mañana 
con la ilusión de que el día de 
marcharse llegue lo antes 

posible, y así tachamos los días en el
calendario.

Y sin darnos cuenta, llega el día... 

Y es hora

de despedirnos, de dar los abrazos
mas sinceros en ese aeropuerto que 
nos ve partir.

Cargamos la valija, los documentos,
los sueños, y el amor de nuestra gente.

Y prometemos

volver, aunque a vece el futuro tenga 
otros planes para nosotros..

 

   - Mi bitacora de viaje - 



3/3/22

- Dicen que pertenemos a donde no tenemos miedo de mostrarnos como somos. Tal vez, donde nuestro "verdadero yo" se acerca a nuestra persona -

Hace ya un tiempo, recuerdo que te pregunte que era la libertad. Y sin pensarlo ni por un segundo, me respondiste que era la perdida del miedo a ser. 

No comprendí la abstracción del concepto. 
Te cuestione. Te cuestione bajo la premisa de que uno desde el mismo momento en el que comienza a respirar, esta constantemente "siendo".

Ahí fue cuando comenzaste a hablarme de la millonada de capas y mascaras que nos ponemos, sin darnos cuenta, con la intención de "pertenecer". Con la esperanza de tener un lugar en donde ir, un sitio donde poder volver. 
Cuando en realidad lo único que estamos logrando es alejarnos. Nos arrastramos bien lejos de nuestra matiz, de nuestra energía. 

Tanto, que vamos por la vida intentando salvarnos de una existencia entera siendo alguien que no somos, nos lleva irremediablemente a tropezarnos. Y caemos con tal fuerza, que no nos queda otra opción que rearmar nuestra identidad.

Lo que solía ser nuestras respuestas, se vuelven preguntas. Y lo que solían ser nuestros "nunca", se vuelven un "tal vez".

Trato de hacer memoria del detalle. Pero ahora me cuesta recordar con exactitud el pliegue de tus palabras. Se que hiciste hincapié en la lucha contra el ego, y el encuentro con la esencia. En un momento dado de la conversación, te interrumpí para preguntarte si podrías abreviar la definición. 

-"Somos nuestra libertad. Pertenecemos a todos esos lugares, personas y momentos donde no tuvimos miedo a mostrarnos como realmente somos"- dijiste sin apuro.

Ahí es. Ahí, siempre fuimos. 
Acá, siempre somos. 

Con amor, 
Mariana 


2/3/22

Respiro el presente

Me miro al espejo, y tengo tanto para decirme; pero el tiempo es sabio, y cada respuesta llega a su tiempo. Se que hay que tener paciencia. Vale el intento. Aseguro haberlo visto antes, las enseñanzas siempre llegan, aparecen en el momento correcto. No tengo miedo. No hay nada que perder, y mucho por ganar. Conozco a la perfecciona la forma en la que se me acelera el corazón, y se me enciende la piel. Calma me digo. Nada es tan terrible como me lo imagino. A veces, la mente tiene una extraña forma de magnificar los cambios, y agravar los riesgos. 

Respiro el presente. 

Camino con pasos seguros. No existe eso de protegerse contra viento y marea. Es imposible vivir, sin que cada tanto, algo me rasguñe el corazón. Es parte del juego o no? Lo acepto, lo abrazo. Lo transformo en cuento, en risa. Miro a mi alrededor. El amor me rodea. Esta en cada plaza, en cada esquina, en cada sonrisa.

Mi familia no me va a soltar la mano. Puedo confianza en su abrazos, escucharlos. Tal vez, son viejos en edad, pero sus almas tienen siglos. Su sabiduría es infinita.

Me acuerdo de todo lo que me gusta, de todo lo que disfruto. Sentarme en una plaza, leer un libro, abrazar a quienes me rodean y mirar el tiempo pasar. Me encuentro en esos lugares. No me alejo. No me separo de mi. 

Nada me desvía, perderme no existe. Las pausas, son temporales para sanar. Las caídas, memorias para contemplar. Estoy donde tengo que estar. 

En perspectiva, todo cobra sentido.