Casi siempre mi ex me habla para sentirse mejor consigo mismo (ya sea porque no le fue bien y quiere ver si sigo ahí, o porque le da miedo lo nuevo, o quiere amor mientras espera algo mejor, o sufre el síndrome: ya no quiero mi juguete pero no quiero que otros jueguen con él) 
Pero si me olvido de las palabras y me fijo en los hechos, termino encontrando lo que realmente me interesa saber: no está luchando por la relación. 
Si se va, está en su derecho. Pero lo más loco es que no se va ni tampoco se queda, y ese no es mi problema. 
Mi problema es que cuando me habla me estanco y desperdicio días esperando a ver cuándo me va a volver a decir dos boludeces que no resuelven nada. 
Ya lo se, se que si de verdad queres volver, no va a ser un incierto. 


El amor es voluntad: se quiero o no se quiere. No hay que aceptar menos.