La vida es tan buena que nos persigue
hasta cambiarnos, hasta renovarnos,
hasta que logremos ser esa persona
que merecemos ser.
Esas oportunidades de cambio vienen
en muchas formas: en personas, retos,
advertencias, alegrías, dudas, miedos,
amistad, todo lo humano que podamos
resistir y que podamos expandir para
nuestro bien.
En esta vida no venimos a sufrir,
venimos a ser, ayudar, amar, trabajar,
en dejar algo que pueda ser útil a los
demás.